Crónica y video: Pet Shop Boys Jockey Club 20 de octubre 2009

Salgo de mi casa listo para una noche inolvidable. El dúo más importante de la historia del pop estaba en el país ya hace unos cuantos días, los había visto presentándose en televisión nacional, habían caminado las calles que yo camino a diario y que finalmente nos llevarían a encontraros en su concierto debut en Lima.
Esta vez llego mucho antes que la gente empiece a entrar, pero no importaba porque el acid house que sonaba de preámbulo me decían que estaba en el lugar y en el momento exacto. Mis pies no dejaban de moverse impacientemente al ritmo de la música mientras la gente tiritaba de frío. La pelouse se iba llenando poco a poco mientras pensaba cuál sería la razón para que no se hayan hecho conciertos en este espacio antes.

Al poco rato el local empieza a llenarse y vemos pasar gente con conos en la cabeza como las del video de “Can You Forgive Her?“. Personajes de colores resplandecientes iban poco a poco apareciendo entre aburridos atuendos. El público era en su mayoría adultos que parecían haber dejado su ropa de los ochentas apolillándose en el closet por varios años pero esta noche el poder de la música los haría volver a sus épocas de juventud y discoteca.
De pronto escucho a un inglés decir que el show comenzaba en diez minutos y mi corazón empieza a perder el ritmo. Se apagan las luces y el escenario se ilumina para revelar una pared gigante de cubos. Mientras iban pasando unas personas vestidas de obreros/científicos, sobre el escenario veíamos a cuatro personas con cabezas de cubos de colores: dos bailarinas a cargo de un teclado, a Neil Tennant frente al micrófono y a Cris Lowe detrás de sus máquinas.

Comienzan las primeras notas de “Heart”, tremendo hit para iniciar la fiesta y ponernos todos al mismo ritmo cardíaco. “Every time a see you something happens to me” decía la canción mientras un collage de emociones invadía los cuerpos de los asistentes. Luego siguió el turno de “Did you see me coming?” para iniciar el combo de nuevos temas de su última producción. La suave voz de Neil sonaba por primera vez en nuestra ciudad en vivo y en directo para endulzar nuestros oídos con sus románticas melodías. De la misma manera le siguió la canción que le da el nombre a la gira, “Pandemonium”, la que fue combinada con “Can you forgive her?”.
La ciudad de Lima que esperó tantos años bailando al ritmo de los Pet Shop Boys los tenía finalmente en presentes. Luego pasaron a tocar “Love, etc.” y las palabras de Neil nos hacían pensar aquel día todo era posible. Las pantallas pasaban sugestivas imágenes en las que unas cabezas de Chris y Neil al estilo de Pacman comían corazones, caritas felices y otras pastillas para recordar su influencias de la cultura rave.
Siguieron con otra del Yes. “Protection! Detection!” anunciaban “Building a Wall” que era acompañada por una muralla de cubos blancos gigantes sobre el escenario. Chris daba los golpes a los tambores electrónicos y hacia vibrar el local. Pero el muro no duró mucho y fue destruido por “Go West” mientras los bailarines atravesaban la pared y bailaban al ritmo del clásico de Village People.
Pero no fue hasta “Two divide by zero” que Neil dejó su posición central para desplazarse por todo el escenario mientras las personas de adelante gritaban de emoción. “Why dont we live together” nos hizo viajar por los aires y transportó el concierto a una fiesta con todo el glamour cosmopolita del dúo. El espectacular apoyo visual nos ayudaba a imaginarnos en otra ciudad iluminada por los resplandecientes edificios y las luces fluorescentes. Este fue el momento que Chris no resistió el ritmo, dejó la computadora por unos segundos y se unió al baile.
Sin embargo la gran mayoría del público todavía no conectaba con la fiesta. No cantaban, no bailaban, no gritaban. Parecía que recién se animaron por el concierto luego de que Gisela dijera que eran una “gran fan” de los Pet Shop Boys. Pero pronto les llegó el momento de cantar las canciones que sí se sabían con “Always on my mind” que fue empalmada con “Left to my own devices”.

El éxtasis de la noche lo puso “New York City Boys” que hizo brincar en una explosión de luces a gran parte del local. La gente seguía los beats al ritmo de aplausos y los bajos disco fueron subidos al máximo volumen. Luego de tremenda bomba llegó el turno del momento romántico. Los decibeles y las destellantes luces fueron bajando poco a poco. Neil vuelve cambiar de vestimenta, esta vez para ponerse de gala. “Closet o heaven”/”Left to my own divices”, “King cross”, “The way it use to be” y “Jelousy” transformaron la fiesta en un tortuoso drama.
Dos bailarines tomaron el control del show mientras escenificaban las historias con sus espectaculares coreografías. Este fue tal vez uno de los momentos más emocionantes de la noche: ver esta pareja bailando y luchando al ritmo de las baladas electrónicas se robó todo el espectáculo.
Luego del melodrama se vuelven a apagar las luces para que los obreros/científicos preparen el escenario para el regreso de la fiesta mientras Neil y Chris se vuelvan a cambiar de disfraz. Así llego el oportuno turno de “Suburbia” mientras dos bailarinas de desprendían de los sacos y corbatas para dar rienda suelta a sus emociones.
Con plumíferos sombreros llegó el turno de una de las canciones más animadas de la noche. “Se a Vida É” devolvía la alegría a nuestros extasiados rostros.  El videoclip de los jóvenes en la piscina y la alegría de esos veranos de juventud nos llenaron de recuerdos de nostalgia. Siguiendo con el carnaval de alegría empalmaron el final con “Domino dancing” en una versión corta para tristeza de muchos. Pero no importaba, este momento era tan vivo que nada podía arruinarlo.
Nuevamente un cambio de vestuarios, esta vez con Neil vestido como un rey para sorprendernos con su versión de “Viva la Vida” de Coldplay. Luego de esto, inmediatamente, como para no dejarnos ni dar un solo respiro, llegó el turno de “It´s a Sin” que fue cantada con la desesperación de quien sabe que la fiesta está por terminar. Con el gran final hasta los cubos gigantes comenzaron a alzarse por los aires. Y así se fueron, pero todos sabíamos lo que faltaba.
Los Pet Shop Boys no se hicieron esperar y regresaron con la que es para muchos su mejor canción de todos los tiempos: “Being Boring”. El glamour iba llegando a su fin pero tenían que irse con un final que nos dejará cargados de energías suficientes como para resistir hasta la próxima vez que los veamos. “West End Girls”, su primer éxito, servía para cerrar este tremendo espectáculo. Nunca esta canción había sonado tan perfecta como esta noche. “You sing” gritaba Neil a todos los asistentes, “Lima, más” decía al ritmo de la canción. Finalmente se sacó el sombrero, lo aventó hacia el público y dijo “Buenas noches”.

El concierto había llegado a su fin. Neil Tennant se mostró en todo su esplendor, Chris Lowes fue el maquinador del concierto y los espectaculares cuatro bailarines fueron el gran soporte coreográfico de la noche. Las luces, las pantallas, el escenario, todo sirvió para transportar a los miles de asistentes a una fiesta sin límites con el dúo que demostró que se puede hacer pop maduro e inteligente.
Finalmente algunos obreros/científicos lanzaron varios  cubos al público de adelante y comencé la retirada. Estaba colmado de satisfacción y no podía esperar más; sin embargo, como un último regalo de la noche pude ver a pocos metros la van en la que se iba la banda y como un milagro logré ver la cara de Neil detrás de la ventana, estaba con una tremenda sonrisa de oreja a oreja.

Setlist:

1. Heart
2. Did You See Me Coming?
3. Pandemonium / Can You Forgive Her?
4. Love etc.
5. Building A Wall
6. Go West
7. Two Divided By Zero
8. Why Don’t We Live Together?
9. New York City Boy
10. Left to My Own Devices
11. King’s Cross
12. The Way It Used To Be
13. Jealousy
14. Suburbia
15. All Over The World
16. Se A Vida E
17. Viva La Vida / Domino Dancing
18. It’s A Sin
19. ””””””””””””””””””””””””””””””’
20. Being Boring
21. West End Girls