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ULTRA Perú 2024: Un fin de semana lleno de electrónica, energía y color
- Fecha de publicación : 8:02 pm
- 04/23/2024
- Última actualización: 8:03 pm
- 04/23/2024
Pese a la incertidumbre inicial generada por cuestionables decisiones municipales, el aclamado festival ULTRA Perú se celebró en el Estadio San Marcos, en una especial segunda edición de dos días bajo la producción de Vastion Group. Con un cartel de 43 destacados DJs programados en tres escenarios simultáneos, los fanáticos peruanos de la música electrónica –y los visitantes de países vecinos que llegaron a Lima para la ocasión– se congregaron para disfrutar de un espectáculo lleno de energía, color y baile.
Un día antes del inicio programado del festival, la Gerencia de Fiscalización y Control de la Municipalidad de Lima (MML) anunció en sus redes sociales la clausura temporal del evento argumentando que, durante la prueba de sonido, se habían superado los límites de ruido permitidos. Posteriormente, eliminaron su publicación, pero ya se había sembrado la duda entre los eventuales asistentes.
Durante la mañana del sábado 20 de abril, en la puerta de San Marcos, los mismos fiscalizadores despejaban cualquier duda posible: con megáfonos informaban a las personas que estaban llegando para disfrutar del festival su inminente clausura. La noticia no tardó en viralizarse; y los medios hicieron eco del reclamo de quienes tenían su entrada en mano y consideraban que la decisión municipal era arbitraria. Por su parte, la productora Vastion explicó en un comunicado oficial que la medida de la MML era “unilateral”, ya que previamente le habían otorgado la autorización correspondiente. Asimismo, negaban la cancelación del evento.
Hacia las 2 p.m. del sábado, la situación pudo resolverse y se abrieron las puertas del estadio. Definitivamente, se trató de un preludio más que anecdótico, el cual reflejó la burocracia imperante en Lima y evidenció –una vez más– la gran problemática en torno a la organización de eventos masivos en la capital por falta de espacios adecuados.
Dentro del estadio, era notorio que la distribución de áreas fue bien aprovechada. Si bien las escaleras eran obligatorias en el desplazamiento entre el escenario principal (MAIN STAGE) y la zona RESISTANCE, el movimiento se mantuvo de manera fluida y ordenada gracias al personal de seguridad. La zona de alimentos y bebidas también se encontraba estratégicamente ubicada en medio del recinto, facilitando su acceso. Ahora a lo que vinimos: la música electrónica, escenario por escenario.
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RESISTANCE STAGE
RESISTANCE es un espacio alternativo dentro del propio festival que intenta generar una atmósfera de proximidad del artista con los espectadores. Si bien el escenario es más pequeño en comparación a la mega estructura del MAIN STAGE, las luces y los efectos visuales son igualmente atractivos. Ni bien ingresé vi a Solardo, dúo que ya había puesto a bailar a los asistentes, quienes poco a poco se iban sumando. Para el siguiente show, el de Joris Voorn, la afluencia ya era considerable.
En el segundo día de festival, llegué a la presentación de Korolova, la única mujer que pude presenciar sobre la tarima del RESISTANCE (aunque Juliet Fox estuvo el día anterior). Su sonido melódico y su constante interacción con el público fueron los aspectos más llamativos de su show. Bien entrada la tarde, regresé a esta área para ver al dúo CamelPhat, quienes tuvieron una gran acogida. El desplazamiento para alcanzar un espacio en el stage fue evidente y masivo dentro del recinto. Durante la jornada del domingo 21, el RESISTANCE nunca estuvo tan repleto como con CamelPhat.
Finalmente, disfruté brevemente del show de Adam Beyer. A pesar de que un buen número de asistentes se había trasladado al escenario principal, el DJ sueco todavía contaba con bastante público bailando y disfrutando.
RESISTANCE2
El escenario de RESISTANCE2 tenía una configuración un poco más tradicional en cuanto a las luces y el sonido. En el primer día visité esta área en dos oportunidades: durante la presentación del español Carlos Chaparro; y para el show de Lexlay, productora catalana que me sorprendió al incluir el ahora clásico “Around the world” de Daft Punk. Esperaba una recepción más entusiasta cuando sonó este éxito noventero, pero creo que en ese momento el público era muy joven para disfrutarlo.
El domingo, el stage lució muy diferente: con mucha más afluencia y energía involucrada. Judas no dio descanso a la audiencia y tuvo una presentación que describiría como consistente. Empecé a saltar desde muy temprano con su set. A continuación, Daniella Da Silva fue la primera de varias DJ mujeres que, simplemente, la rompieron. Regresé también a ver a Cloudy a media tarde, y a Stella Bossi por la noche. Todas ellas se distinguieron por su carisma y cercanía con la gente; unas verdaderas show women.
Como ocurre en muchos otros espacios sociales y culturales, la industria musical muestra cierta predominancia masculina, y el circuito de la música electrónica no es la excepción. Por ello, es pertinente felicitar la evidente voluntad de la organización en convocar a más mujeres dentro del cartel. Algo que ciertamente fue bien recibido por los asistentes, quienes se mostraron entusiastas en cada acto con participación femenina.
ULTRA MAIN STAGE
El escenario principal era imponente. Su diseño trapezoidal invertido, con una decena de pantallas laterales de formas romboides y triangulares, no pasaba desapercibido. Y coronándolo, en la parte superior, el característico logo del festival. Por si fuera poco, otro aspecto resaltante fue la presencia y voz incansable de Damian Pinto, el anfitrión oficial del Ultra Music Festival desde sus inicios, que llegó a Perú para animar las jornadas. Pinto se encargó de mantener activo al público entre presentaciones, y darle la bienvenida a cada uno de los DJs y productores que desfilaban por el MAIN STAGE.
El sábado, al caer el sol, el campo del estadio lucía al 75% de su capacidad. Esto me sorprendió porque pensé que era relativamente temprano y que, luego del impasse con la municipalidad, todavía faltaba mucha gente por llegar. Empecé viendo a Mykris, quien incluyó algunas canciones de Karol G en su mezcla.
Acto seguido, los Vini Vici tuvieron un anecdótico momento: confundieron a Perú con Chile. Aunque intentaron dejar pasar el momento, la respuesta de San Marcos fue contundente: la gente coreó “Perú, Perú” durante un buen rato. Quienes realmente conectaron con el público fueron W&W. Su set se caracterizó por incluir hits de diversos géneros musicales; desde clásicos del rock como “Life is Life” de Opus hasta la pegajosa “Danza Kuduro” de Don Omar y Lucenzo.
El cierre de la primera jornada fue con Armin van Buuren, reconocido DJ y productor musical neerlandés, y catalogado cinco veces como el mejor DJ del mundo por la revista DJ Mag. Con una hora y media de espectáculo, no decepcionó a sus seguidores. Esto, pese a que el volumen se sentía relativamente bajo durante esta presentación estelar; algo entendible teniendo en cuenta el incidente previo con la Municipalidad de Lima.
Al día siguiente, en la jornada del domingo 21, quedé gratamente impresionada con la actuación del dúo Kasablanca, con quienes el público se involucró saltando y agitando los brazos al son de cada beat. De igual forma, los integrantes de Slander mantuvieron enganchado al estadio con su potente dubstep. Avanzada la noche, regresé al MAIN STAGE para ver brevemente a KSHMR, que conquistó a la audiencia con algunos guiños al cancionero peruano, incluyendo pasajes de “Triciclo Perú” de Los Mojarras y mezclando la intro de “Cariñito” con el popular riff de saxofón de “Calabria”.
Finalmente, era el momento de ver a Hardwell, ocho años después de su primera visita al Perú. El reconocido DJ presentó algunos de los éxitos de su segundo álbum, Rebels Never Die (2002), junto con otros grandes clásicos que catapultaron su carrera: “Spaceman”, “Apollo” y “Don’t Stop the Madness”. Durante su presentación, también hubo espacio para escuchar himnos como “The Nights” del recordado Avicii; “Titanium” de su colega David Guetta; y “Viva la Vida” de la banda británica Coldplay. Hardwell se despidió luego de una larga y fuerte ovación por parte de San Marcos. Mientras el ULTRA Perú 2024 culminaba con un gran despliegue de fuegos artificiales, los “Arriba Perú” de Damian Pinto, y una celebrada promesa de que regresarán el próximo año. ■
N. de Editor: La relevancia de ULTRA en el ámbito de los festivales mundiales es indiscutible. Y que la marca haya apostado por el Perú no solo representa una gran oportunidad para que podamos disfrutar de la mejor música electrónica; sino que también es una gran vitrina para los artistas locales que son incluidos en el cartel. Medidas abruptas como la tomada por la Municipalidad de Lima ponen en riesgo todo el trabajo realizado para concretar un evento de este calibre. Asimismo, crean un impacto negativo frente a otras marcas internacionales que podrían estar dispuestas a ubicar sus festivales en nuestro país.
Es importante que la gestión municipal sea transparente en su fiscalización y supervisión; y que sus acciones preventivas sean meditadas, no ejecutadas de la noche a la mañana cuando ya había otorgado una autorización. Por otro lado, ha vuelto a quedar en evidencia la falta de espacios adecuados para la realización de conciertos con gran afluencia de público. Una tarea pendiente para que festivales como ULTRA sean cada vez más frecuentes en el Perú.
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