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Sharon Salazar, gestora de Raíz Music Camp: «Estamos en un momento donde las mujeres son el rostro principal de la música peruana»
Hace diez años, Sharon Salazar –gestora cultural peruana y desarrolladora de proyectos culturales en América Latina– participó en un campamento musical en Colombia. Desde ese momento, su sueño ha sido realizar uno en Perú con artistas nacionales. Hoy, gracias a los estímulos económicos del Ministerio de Cultura, la idea es una realidad. La localidad de Lamas, ubicada en San Martín, será la sede del Raíz Music Camp, un encuentro de compositoras, intérpretes, productoras e ingenieras de sonido peruanas. El objetivo, según nos cuenta, no es solo que las artistas escriban canciones, sino que compartan experiencias en conjunto, aprendan a trabajar en equipo y se relacionen con un ambiente fuera de su zona de confort.
¿Por qué el campamento está conformado únicamente por mujeres?
S: Estamos viviendo un momento particular con las mujeres en el Perú. Ellas son la cara de la música. Desde la salsa, el folklore, el pop. Es una gran ocasión para reunir a artistas de géneros diferentes y que demuestren que pueden trabajar entre ellas y darle a la mujer peruana ese lugar que se merece.
No solo participan cantantes, sino que el encuentro incluye productoras e ingenieras de sonido. Coincide con el panorama actual latino, donde vemos más protagonismo de productoras mujeres, como el caso de Arca o Sofía Kourtesis.
S: La intención es darle vitrina a quienes están “detrás de la pantalla”. A las personas que trabajan hace mucho tiempo y que tal vez no son el primer referente que se te viene a la mente en producción, pero deberían. Muchas de las compositoras también se producen a ellas mismas.
¿En qué consiste exactamente un ‘campamento musical’?
S: Cuando estábamos ideando el camp, a todas se les venía a la mente la película “Camp Rock”. (Risas). Y en realidad no está muy lejos de la idea principal. Hay diferentes tipos de campamentos musicales. Primero, están los dirigidos a un producto en específico. Por ejemplo, si Karol G quiere sacar un álbum, seleccionan compositoras que estén acorde a la temática, se reúnen y escriben canciones. También hay otros, como el nuestro, que agrupa a diferentes compositoras, productoras y, dependiendo de lo que se haga, se evalúa cómo se mueve el material.
¿Se planea lanzar un producto final luego de este campamento? ¿Un disco, un EP, una mixtape?
S: Depende de las chicas. Si quieren sacarlo como un EP tienen todo nuestro apoyo. Si es por su canal individual, también. No queremos poner mucha presión, sino que ellas disfruten de su proceso creativo.
¿Cómo fue el proceso de selección de las artistas? Imagino que recibiste varias postulaciones.
S: Nos preocupamos de que esta selección tenga diversidad. El reto es crear desde diferentes géneros musicales. Hicimos una convocatoria en el mes de mayo donde elegimos a dos compositoras: Camiluz y Avril Navarro. Fue bonito, pero también difícil porque quedó mucho talento afuera. De Colombia, está More. Ella es de Cali y la intención también es conocer qué puede llevarse de Perú.
¿En Lamas cómo toman la idea de que haya un campamento musical en su ciudad? ¿Han podido hablarlo con las personas que viven ahí?
S: Toda mi familia y yo somos de Lamas, por eso fue más fácil la interacción con ellos. Queremos que Lamas se posicione como un hub creativo. Es un lugar hermoso para inspirarse y ahora mismo están celebrando la fiesta patronal del Wayku.
La selva del Perú es un lugar hermoso, pero muy poco conocido y explorado. Uno a veces quiere darse sus vacaciones en el Caribe, pero en la selva puedes encontrar paisajes incluso mejores paisajes.
Este año hubo proyectos musicales que se apoyaron en los regionalismos. (Debí Tirar Más Fotos de Bad Bunny o Tropicoqueta de Karol G). Sin embargo, un tema que ha generado debate es el peligro de abusar de estos recursos con fines comerciales. Caer en la exotización sin una conciencia real de los problemas. ¿Cómo evitarlo?
S: En la creación uno tiene que ser sincero, crear según el lugar donde estés y desde las experiencias que hayas tenido. Cuando te lo imponen, se nota. El campamento es importante porque te lleva directamente al lugar y te acerca a las personas que están viviendo ahí.
Este tema de los regionalismos igual es algo que está pasando y es importante. Personalmente, estoy asombrada con la escena ayacuchana. Todo lo que está pasando ahí me parece increíble. Además, la mayoría son mujeres. Esto es en gran parte por el legado que deja Renata (Renata Flores). Si uno empieza a hacerlo, va a servir de inspiración al resto. Es un producto que la misma ciudad defiende porque lo identifica.
Las mujeres colombianas son referentes musicales a nivel Latinoamérica. Shakira y Karol G son algunos nombres. ¿Qué camino debe seguir Perú para generar artistas con este impacto global?
S: Algo que siempre conversamos con amigos es que, en algún momento, Colombia estuvo igual que Perú. Si me preguntas qué pasaba en Colombia antes de Shakira y Carlos Vives, no lo sé. La presencia de los regionalismos en ambos cantantes fue clave: Vives comenzó a fusionar la música con cumbia y vallenato de la costa, mientras que Shakira incorporó la influencia árabe, muy presente en la costa atlántica colombiana.
Desde tu experiencia, ¿qué cosas se deben corregir en la industria musical nacional?
S: Una de las razones por las que hago el campamento es abrir el espectro de posibilidades a las que te puedes dedicar dentro de la música. Existen otras formas de vivir de la música que no se exploran. Y hablo desde lo creativhttps://tercerparlante.com/especiales/cerca-de-20-miembros-de-la-escena-indie-peruana-son-involucrados-en-testimonios-de-violencia-contra-mujeres/o, ni siquiera desde el negocio, que sé que no le gusta a muchos. Pero no se le da el valor suficiente y no se trabaja en conjunto. Eso desgasta y cansa. Sería más llevadero si se trabajara en equipo, pero no se sabe cómo. A veces no se conocen las dinámicas.
En Tercer Parlante y Conciertos Perú, el año pasado publicamos un reportaje sobre casos de abusos y violencia en la escena independiente limeña. ¿Cómo estos proyectos como Raíz Music Camp ayudan a evitar casos de violencia y acoso en la escena?
S: Primero conversando. Cuando hay espacios donde están mujeres siempre salen estos temas. Tenemos a Avril que tiene 19 años y a gente de más de 30 años. Ese choque intergeneracional de cómo vivimos las cosas es importante conversar. El hecho de que solo haya mujeres lo hace más seguro también. No estamos pendientes de que nos va a pasar algo y solo nos concentramos en la música. A veces se habla mucho de las cuotas, entiendo ese punto, pero es importante tener estos espacios simplemente por el hecho de la seguridad. Se puede empezar por quitar el miedo.
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