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MÁS QUE RUIDO: artículo de cómo se produce un concierto
- Fecha de publicación : 5:54 pm
- 04/13/2008
- Última actualización: 5:54 pm
- 04/13/2008
Hoy, domingo 13 de abril, el diario El Comercio publicó un artículo en su suplemento “Mi Negocio” en el que explican cómo es que se produce un concierto. Me pareció interesante postearlo en el blog para que tengan una idea de lo que es traer una banda y quizá alguien se anime a entrar al negocio.
¿Cómo empezó a hacerlo? Zelada, que es líder de la banda peruana Resplandor, siempre fue un gran admirador del grupo argentino Entre Ríos y un día cualquiera del 2005 les escribió a su correo electrónico: “Me gusta su música, yo soy músico, ¿les interesa venir al Perú?”. El concierto se hizo en La Noche en Barranco. Desbordaron 300 personas. Ni Antonio ni la banda ganaron gran dinero, pero definitivamente fue un éxito, “un show de grandezas”.
OIRÁN NUESTRA VOZ
El mercado de la música underground es mucho más variado de lo que se publicita en la radio. Fallen Angel Produxiones, por ejemplo, tiene el récord de haber hecho 11 conciertos de bandas extranjeras de ‘new wave’ de los años 80 y los años 90. Su director, Víctor Bautista, que paralelamente organiza fiestas y ha manejado discotecas de ese estilo, se decidió por traer grupos “que nadie traía”.
Uno de los conciertos que más le impresionó fue el de Nitzer Ebb, un grupo alemán que fusiona lo electrónico con lo industrial, porque esperaba a 800 y el local se llenó con 1.500 fanáticos. Esto le hizo pensar que podía, debía, invertir más. Así, trajo a Mikel Erentxun (ex Duncan Dhu) y a A Flock of Seagulls (grupo de synth rock), con los que logró una convocatoria de 2.000 y 1.700 personas, respectivamente. La ventaja de Fallen Angel es que se dirige a un público de 30 años en promedio, que trabaja y “que está dispuesto a pagar por un grupo que escuchó en los años 80 y en caset”. Dependiendo del grupo, el boleto puede costar entre US$20 y US$40.
Pero no todos son éxitos. Una vez a Fallen se le cayó un artista anunciado: la cantante Siouxsie. “Hubo un teléfono malogrado y no se pudo traerla”, dice Bautista, quien acepta que se emocionó al anunciar la noticia con mucha anticipación. Asegura que una de las claves de este negocio es “no fallarle a tu gente, sobre todo cuando algunos no devuelven las entradas al cancelarse un concierto y hacen que se pierda la confianza en el resto de espectáculos”.
ADICTOS A LA MÚSICA
Tanto Zelada como Bautista confirman que ha habido un rebrote en la ‘movida under'(no es casual que ahora haya en Lima más de 4 conciertos al mes). Sin embargo, también saben que hay un límite porque el mercado es aún pequeño. Por poner un ejemplo extremo, mientras el ex integrante de la legendaria banda Pink Floyd, Roger Waters, tuvo más de 15.000 espectadores en Lima, en Buenos Aires recibió a 50.000.
Por ello, si una productora quiere crecer, es necesario que sea creativa. Una empresa que se ha puesto las pilas es Pop Art Perú, que además de organizar los conciertos, la otra mitad del tiempo se encarga de manejar grupos, hacer ‘bookings’ (agenda del grupo) y acaba de comenzar a grabar discos. “Nuestra apuesta es por el rock en español”, comenta el gerente general Renato Flores. Ellos lograron traer a la banda chilena Lucybell luego de ganar una licitación. Ahora manejan el grupo en el Perú y han adquirido los derechos para producir su último disco acá (que en un mes ha vendido 1.500 copias). Ya han hecho tres conciertos con el grupo y consideran que, mientras un artista tenga algo nuevo que ofrecer, debe venir. “El público peruano es bien nostálgico, pero le cuesta escuchar cosas nuevas”, comenta Flores.
Sin embargo, cada género tiene perfiles de fans distintos. Para Gustavo Delgado, que trae bandas de metal con Ácido Producciones, “hay nuevas generaciones de 16 a 20 años que buscan el metal”. Por eso, dice que hay que ser muy cuidadosos con las tarifas. “Acá, con una gran banda alemana como Destruction no se puede cobrar más de S/.50”, comenta. Además, los grupos de metal son también radicalmente distintos, “a algunos los he hospedado en el María Angola y a otros en mi casa”.
MENOS ES MÁS
La exoneración del impuesto municipal para los espectáculos (era un 15% de los boletos vendidos) ha permitido que más empresas se arriesguen a invertir en nuevas bandas.
Es el caso de Suma Entertainment, productora de espectáculos culturales como los de Facundo Cabral y Alberto Cortez. “Teníamos un sector ganado en los culturales pero los impuestos no me permitían traer bandas alternativas, eso era un harakiri, pero ahora ya puedo hacerlo”, admite el productor de Suma, Marcial Suárez.
No obstante, existe una limitación importante para el aumento de estos conciertos pensados para un público de 1.000 a 1.500: los locales. Según nuestros entrevistados, existen pocos que tengan las condiciones necesarias para lograr un buen show. Por ejemplo, uno de los locales más pedidos es la discoteca Vocé. La gerenta de márketing, Jessica Kilimajer, dice que mientras en todo el 2007 hubo 10 conciertos de este tipo de música, ahora se espera 2 o 3 a la semana “porque muchas productoras están apostando por traer más grupos de este corte”.
DE MENTE COMÚN
Aunque cada productora tiene su agenda independiente y debe ser celosa de su información, a veces se ayudan mutuamente. El bar Yacana, del centro de Lima, que desde su trinchera musical ha traído y organizado conciertos de grupos new wave desde el 2004, quería traer para celebrar su quinto aniversario a la banda de electropop Moenia pero les salía muy costoso. Entonces, cuando se enteraron de que Suma Entertainment también estaba interesado en contratarlos, le dijeron para traerla juntos. El resultado: el trío mexicano tocará en Lima este jueves 17 de abril.
LAS CLAVES
– Revisar antecedentes. Antes de cerrar un trato es importante tener los antecedentes o referencias del manager o de la empresa que hace el ‘booking’ del grupo.
– Ver agenda del mes. Averiguar qué conciertos (y de que género musical) se realizarán en las fechas cercanas a su actividad para que el espectador no tenga que escoger entre uno u otro.
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