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Crónica: Amon Amarth y Abbath en Lima 2017
Una legión de metaleros había tomado la segunda cuadra de República de Panamá. Varias decenas de headbangers bebían cerveza en los alrededores del C.C. Barranco mientras los pasajeros del Metropolitano miraban con curiosidad aquella tribu urbana de pelucones. No muchos lo sabían, pero esa noche el frío nórdico soplaría sobre Lima con Abbath y Amon Amarth.
La fecha inicialmente programada para el C.C. Festiva tuvo que moverse al C.C. Barranco, escenario que desde las 9 pm fue tomado por uno de los reyes del black metal noruego. Abbath Doom Occulta apareció en escena con su clásico corpse paint para iniciar su set defendiendo su disco debut en solitario con “To War” y “Ashes of the Damned”. La segunda parte de su presentación estaría dedicada a los temas Immortal, la leyenda del black metal de la que recientemente se separó.
La presentación de Abbath tuvo la crudeza y agresividad que caracterizó el lado más thrash del black metal de Immortal. Sin embargo, a pesar de toda la violencia de su propuesta, Abbath nos mostró una cara menos solemne del black metal. Si bien los inicios de Abbath en la escena noruega se remontan a los años más extremos del género (en sus primeras bandas tocó con Varg Vikernes y Jørn Inge Tunsberg, ambos condenados por quemar iglesias en 1992), su carisma y sentido del humor nos recuerdan más su influencia en Ozzy Osbourne o Gene Simmons.
Lamentablemente el show de Abbath acabó sin desatar ni un solo pogo. Los asistentes estaban guardando energías para enfrentarse a la batalla que llegaría con la horda vikinga de Amon Amarth, quienes tomaron el escenario para presentarse por primera vez en Lima como parte de su disco conceptual del 2016, Jomsviking. Como era de esperase, los suecos subieron el volumen del concierto con sus historias sobre batallas épicas.
El primer pogo de la noche llegaría con “As loke falls”, animando a la gente a cantar “ole, ole, ole” y que Johan Hegg nos dirija la palabra para invitarnos a su fiesta vikinga. Amon Amarth nos encanta con sus coros que parecen himnos y nos contagia con su sentimiento de victoria que los convirtió en una de las grandes promesas de death metal de cambio de milenio. Hoy más cercanos al lado melódico, su música cautiva a los amantes de las épicas de la Tierra Media con la historia sobre un mercenario y su destierro como canta “First Kill”.
Los temas más celebrados de la noche fueron “War for the Gods” y “Guardias of Asgaard”, los que llegaron casi al final del show luego de que Hegg nos bromeara comparándonos con Chile para desafiar al público y motivarnos a dejarlo todo en la batalla final. De ahí que la noche acabara celebrando al ritmo de “Have a drink on me” de AC/DC.
Si bien el show tuvo un mejor sonido al realizarse en un espacio acústicamente superior como lo es el C.C. Barranco, el control de la seguridad y la división en dos zonas del primer piso no permitieron crear ese ambiente underground que se respira en el Centro de Lima y sus conciertos de metal extremo. A pesar de esto la gente salió contenta luego de levantar sus cuernos hasta el cielo para brindar con Amon Amarth.
Crónica por Gerardo Silva. Fotos por Fabio D. Miranda
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