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Crónica: Steve Hackett en Lima 2016

- Fecha de publicación : 12:29 pm
- 09/10/2016
- Última actualización: 12:29 pm
- 09/10/2016
La historia es así: un grupo de amigos de Argentina forman una banda de tributo de Genesis, la de la primera etapa con Peter Gabriel a la cabeza (1970-1975) y se hacen llamar Genetics. Entre idas y venidas (la ida del guitarrista en el 2013 y luego la muerte del cantante a inicios del 2015) logran cierta repercusión entre los fans de la banda e inclusive dan giras fuera de su país. Pero lo más increíble estaba por venir. Steve Hackett, guitarrista original de ese Genesis glorioso se fijó en ellos y pidió unirse en una noche homenaje a su cantante fallecido. Y como epílogo de lo que parece el argumento de una película es que este nuevo integrante se acopló de maravillas a la banda y decidieron hacer algunas presentaciones más. Y esta es la banda que estábamos por ver, una suerte de unión del viejo maestro y sus pupilos afiatados.
Lo primero que me llama la atención es el teatro casi lleno. En ese escenario, este año no lograron esa cantidad de público Marillion, Lila Downs y mucho menos John Cale, lo que indicaba la expectativa por ver al ex-Genesis y el nutrido número de seguidores que tiene el rock progresivo por estos lares para pensar en futuros shows de este tipo que puede acoger el espléndido y bien llamado Gran Teatro de Lima.
Y salieron. Eran las 9:45 pm y las vivas del respetable no se hicieron esperar. Segunda sorpresa: un sobrio Steve Hackett leyéndonos en español una breve presentación y de qué iba el show que íbamos a presenciar. Se metió al público con ese gesto, aunque eso ya era un hecho antes de salir a escena. Inició “Dance on a volcano” y bastó para comprobar que la calidad del maestro estaba intacta. La banda lo escudaba muy bien y lo más importante, aunaba fiabilidad. Acotaría si, y estaría faltando a la verdad, dijera que la voz de Tomás Price no decepcionó al inicio, quizás por los nervios, pero sólo necesito unos pocos temas -“Cuckoo Cocoon” fue el punto de inflexión- para luego salir airoso, incluso en los falsettos.
Ya el público entraba en calor y se animó a corear “Dancing with the moonlight”, lo que agregó aún más emoción a lo que sucedía en el escenario. No paraban y dejaba eufórico al respetable tras enérgicas revisiones de “I know what I like”, “Fountain of “Salmacis” y “Can utility and the coastliners”. Luego “Horizons” y “Broadway Melody of 1974” en una sinfonía majestuosa y hermosamente crepuscular lograda por el británico solo con la guitarra acústica. Luego, tres relecturas que supieron a gloria: “Blood on the rooftops”, “Firth of Fifth” y “The Lamia”, estas dos últimas con un Hackett enorme tejiendo riffs imposibles, vibrantes, hipnóticos y que para quien escribe, como lo mejor de la noche sellado para siempre en el gris y triste firmamento limeño.
Cerraron el set la pop “Carpets Crawlers” y una “versión cortita”-en palabras de Hackett- de “Supper’s Ready”. Para su regreso interpretaron “Watcher of the skies” y “Musical box” cerrando la velada, intensa y sin concesiones, como una verdadera declaración de amor recíproco entre artista y público.
Crónica por Alvaro Torres. Fotos por Lukas Isaac.
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