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Crónica: Stray Kids en Lima 2025, una historia de pasión, juventud y tres horas de euforia


- Fecha de publicación : 12:28 pm
- 04/10/2025
- Última actualización: 12:28 pm
- 04/10/2025
Stray Kids llegó a Perú por primera vez tras 7 años de espera. La cita fue el 9 de abril del 2025 en el Estadio San Marcos y, desde su anuncio, la locura entre las STAY (como se denomina a las fanáticas) peruanas se evidenció con un rotundo sold out. Para una gran mayoría de peruanos, la agrupación coreana de K-pop puede no estar en su radar, pero lo cierto es que las fans locales lograron llenar el estadio con más aforo del país y demostrar que están listas para más.
Ese miércoles no empezó con las mejores noticias. Las redes sociales reportaban casos de extorsión a fanáticas en la cola, sumándose a una ola de inseguridad que afecta cada vez más al país. Pero ni el miedo logró opacar la emoción. Desde las 7 a.m., el Estadio San Marcos ya estaba completamente lleno. Fans de distintas regiones y países acampaban, coreaban los videos en pantalla, ondeaban sus lightsticks y gritaban como si el concierto ya hubiese empezado.
Este tipo de espectáculos no se entienden con números: hay que vivirlos. El fanatismo es total. El público entero vestía merch y tenía un rostro de completa emoción. Muchas llevaban más de 24 horas en cola, algunas habían viajado desde el extranjero. Desde las pantallas, JYP Entertainment –la compañía responsable del grupo– recordaba el peso de su universo musical con imágenes de artistas como Itzy, Twice o Day6, hasta llegar a ellos: los ocho protagonistas de la noche.
A las 7:40 p.m., se apagaron las luces y se encendieron los bastones de luz que se sincronizaron con el show. A partir de ese momento, comenzó el ritual. Una marcha marcial con fuego, lásers, pantallas LED de última generación, y una boca gigante que se abría para dar paso a los miembros de Stray Kids. “Are you ready?” gritaban desde el escenario. El estadio estallaba. Eran las 7:45 p.m. y la noche recién empezaba.
Cada canción era un espectáculo por sí mismo. Desde clásicos como “Thunderous”, “S-Class” y “Back Door”, hasta tracks más recientes como “LALALALA” o “Blind Spot”. Las pantallas proyectaban escenas que parecían sacadas de una superproducción de Hollywood. Pasajes enteros eran como una película en la que Stray Kids eran los protagonistas. Drones, fuegos artificiales, efectos visuales coreografiados al milímetro, más de 20 bailarines en escena y un muñeco gigante detrás de ellos en uno de los momentos más visuales del show.
Pero el concierto también tuvo una pausa inesperada. La emoción del público, el calor y la falta de hidratación obligaron a detener el show. “Vamos a irnos un rato y volveremos en un rato”, dijeron desde el escenario mientras lo apagaban por completo. Fue un silencio angustiante. Paramédicos atendían a fans descompensadas y el público pedía que regresaran. 17 minutos después, con vestuarios nuevos y la energía intacta, Stray Kids retomaba el show alertando que la seguridad era primero. Algo nunca visto y que demuestra cómo el show no puede continuar cuando hay personas en peligro.
A partir de ahí, todo fue escalada. Cambios de vestuario, performances individuales, mensajes en español con guiños como “Hola, pe causa”, referencias a Machu Picchu y agradecimientos constantes. “Queremos volver a Perú”, dijeron con el estadio a tope. En un punto, las luces se encendieron por completo y el karaoke más grande que ha visto San Marcos estalló. El estadio coreaba cada sílaba.
También hubo espacio para el juego y el humor: batallas de gritos entre secciones, juegos de baile proyectados en pantalla y bromas con el público. Y para cerrar, un gesto inolvidable: un video sorpresa hecho por fans que mostraba paisajes del Perú, desde la selva hasta la sierra, con fotos y videos de STAY de todas las regiones. Stray Kids respondió con palabras de agradecimiento y promesas de volver, sellando una conexión única con el país.
A las 10:45 p.m., se acercaba al final después de más de 3 horas. Ellos seguían despidiéndose. Se tomaron fotos con el estadio de fondo, se despidieron de sus fans y repitieron, una y otra vez, cuánto los sorprendió este primer encuentro con Perú. Tres horas después de empezar, Lima les había mostrado que valió la pena esperar siete años.
El mensaje fue claro: el Perú está listo. Stray Kids también lo sabe. Y esto recién comienza.
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