#EntrevistasCP – Natalia Lafourcade: “Lucha Reyes es de mis favoritas, un equivalente a Etta James pero con raíces locales”

Natalia Lafourcade regresa a Lima para presentar su nuevo álbum De Todas Las Flores (2022), su primero en siete años compuesto enteramente de temas inéditos. La artista mexicana estará en concierto el domingo 20 de agosto en el Arena 1 y las entradas ya están a la venta a través de Joinnus.com

Hablamos con Natalia Laforucade el pasado 8 de mayo en una entrevista a través de Zoom para profundizar en esta nueva aventura llamada De Todas Las Flores, un disco en el que continúa adentrándose en las músicas de hispanoamérica y que marca un regreso a los temas autobiográficos. La cantante mexicana demás aprovechó para contarnos sobre la influencia de la música peruana en su carrera y sus versiones de temas de Augusto Polo Campo y La Vieja Guardia.

Luego de cuatro álbumes, De Todas Las Flores es tu primero enteramente de canciones propias. Eso nos hace pensar que es un disco más autobiográfico, más tuyo. ¿Cuáles son las temáticas que has decidido abordar en este disco?

He hecho varios álbumes totalmente inéditos en mi trayectoria. Este disco viene siete años después de que hice Hasta La Raíz. Es un disco que abarca una etapa de mi vida, me gusta decir que marca tan solo un momentito de mi vida, unos tres o cuatro años que hice canciones entre giras y viajes; en el momento también que pude volver a mi casa después de estar viajando mucho, dando muchos conciertos por todos lados. Este tiempito sabático, entre comillas, porque hice muchas cosas en ese tiempo, grabé discos, hice proyectos, pero no un disco inédito. Lo que marca la diferencia con este disco es que lo grabé con mis canciones, es autobiográfico, es personal, es un diario personal, me gusta decir. Hay canciones que hablan de la vida, de la muerte, del amor, del desamor, de los quiebres, del renacer, de sanarse. Hay canciones que hablan del bueno amor, del bueno querer, del amor que no condiciona, el amor que acepta, que convive, que comparte, que colabora. Hay canciones que le hice a Veracruz. Hay una canción que le compuse a mi sobrino Nicolás, que partió de este mundo, que realmente me gusta más decir que la compuso él, que él fue el que me dictó lo que yo tenía que describir en esa canción. Es un disco muy personal realmente. Creo que cada una de las canciones va generando un viaje, un viaje que es muy retador, debo decir, eso sí. Es un disco retador. No es un disco fácil porque dice cosas reales, fuertes, sentidas, desnudas, crudas, pero es muy mío, soy muy yo. Entonces, por ese lado le tengo mucho amor, mucho cariño y me siento muy orgullosa.

Tal vez algunos peruanos no estamos familiarizados con la diversidad que hay dentro de México y qué significa Veracruz en cuanto a lo musical. ¿Podrías explicarnos cuál es la relación entre Veracruz y tu música?

El nombre De Todas Las Flores tiene que ver no solamente con la canción. Si escuchas la canción, es como una película, va marcando secuencias, momentos, es muy cinematográfica. Me gusta mucho por eso, porque ya con la canción sabes qué pasó, lo puedes intuir, dices claro, y te imaginas tu historia. Después, lo que pasa con el título de Todas Las Flores, tiene que ver con que volví a mi casa, a mi jardín. Es metafórico, es simbólico realmente. Para mí fue volver a mi jardín interno de juego, de mi propia música. Para mi Veracruz es eso. De repente me encontré un Veracruz que me recibió desde mi casa pero que también me encontré… por ejemplo, yo vivo en un pueblo muy chiquito que se llama Cuautepec. Ni siquiera, yo Cuautepec. Muy pueblo es más chiquito, está a las afuera de Cuautepec, es de 800 personas. Ese lugar está a quince minutos de Jalapa, donde hay mucha escena musical, hay mucha música jazz, son jarocho, folklor, bolero y mucha música clásica. Estar sumergida en este contexto de Veracruz, de la vegetación, la naturaleza, vivo entre árboles, estoy en mucho silencio pero también muy cerca del mar. Todo este contexto fue empapando de influencias distintas todo este jardín de juego musical que es De Todas Las Flores. Por eso, al final, decidí ponerle De Todas Las Flores. Se me hacía un título que dice mucho y a la vez no sabes muy bien de qué va y tú puedes imaginarte lo que tú quieras.

Has dicho que es un disco retador y mencionas géneros musicales como el jazz, son jarocho, bolero y es retador en el sentido que exige a la audiencia, que está más acostumbrada a la música pop, un mayor esfuerzo para entender esta música más antigua. ¿Crees que es arriesgado hacer un disco que es abiertamente no comercial?

Creo que más que arriesgado, diría que es valiente. ¿Sabes por qué lo digo? Por algo que dijo Leiba en uno de mis episodios del podcast. Él habla de que muchas veces decimos qué riesgo hacer este tipo de canción o música o disco. Él decía “a mí me gusta más decir qué valentía abrir el corazón, ser vulnerable, poner las emociones así en la mano y decir mira, me sentí así de esta manera, y esto me paso y te lo quiero compartir”. Creo que hay de todo y para todo. Hay todo tipo de música. Me gusta mucho que con este disco elegí no ser condescendiente con la inercia de hacían donde iba mi carrera y hacia donde quizás yo tenía que haber ido. Fui condescendiente con mi deseo propio, personal y real. Eso fue lo que atendí, mis ganas de hacer buena música dentro de mi gusto musical también. ¿Qué es buena música? La música que a mí me gusta es buena música. Quise ser generosa conmigo misma y regalarme la experiencia de trabajar con músicos que admiro, con gente que quiero, hacer una familia musical y terminé trabajando con músicos increíbles como Emiliano Dorantes, Cyril Atef, Marc Ribot, que es uno de mis guitarristas favoritos de todos los tiempos, pues él vino al estudio a grabar conmigo.

Trabajar con Adán Jodorowsky, que es un gran amigo, que lo admiro muchísimo y que es un artista enorme con cientos de posibilidades a su alcance. Fue un regalo haber ido a mezclar el disco a Paris, por ejemplo, eso fue casi un capricho pero no le voy a decir capricho porque me lo quise regalar, me lo merecía ese viaje después de tanto trabajo, tanto tiempo, tantas cosas, dije vamos a mezclar el disco a Paris que tanto me inspira. El disco está lleno de ese tipo de cosas. Me gusta mucho decir que las canciones de este disco son muchas mensajeras y maestras porque, en el momento que las compuse, quizás no era tan consciente de lo que estaba diciendo, estaba más bien dejándome llevar por la intuición y por la inercia de la inspiración.

Mencionabas a Adán Jodorowsky, con quien ya has trabajo antes. ¿Por qué es que vuelves a trabajar con él y cómo describirías sus aportes en tu trabajo?

El trabajo del productor depende del producto y lo que uno como artistas quiera de su productor. Hay todo tipo de productores pero con Adán nos reíamos porque decía “yo siento que el productor, en algún sentido, es como un terapeuta del artista”. Es como un psicólogo que, a su manera, va persuadiendo al artista y ayudándole a conseguir el fin. Un productor te va a tener que preguntar como arista qué quieres y a dónde quieres llegar. A mí también me gusta producir y es co-producir. Yo digo “vamos a co-producir” porque soy re-metiche. Desde que estoy componiendo una canción ya hay una música que oigo en mi cabeza. Lo que para mí es muy necesario, y repito, depende de cada artistas y las necesidades de cada artista. En mi caso, tener un productor es muy importante porque, por ejemplo, cuando empecé a hablar con Adán acerca del disco, ya yo tenía unas canciones pero había algunas que para mí no tenías que estar necesariamente en el disco, pero cuando Adán las escucho me dijo “esto sí tiene que estar en tu disco”. Quizás esa visión yo no la tenía en ese momento y ahora escucho y veo esas canciones y digo “¿Cómo no iba a meter esas canciones en el disco?”.

Hay ciertas decisiones, por ejemplo, en un punto dijimos que todo el disco lo íbamos a hacer análogo, que vamos a grabar y mezclar en cinta, como se hacía en los 50 o 60. En algún momento la máquina falló y yo dije “bueno, vamos a grabar en ProTools” y él dijo “No, vamos a grabar todo en la máquina de cinta, todo, lo prometimos que iba a ser así”. Son pequeñas anécdotas, hay cientos, pero son ese tipo de decisiones que se hacen en colaboración con el productor, como decir “no ensayen las canciones demasiado”, cuando estamos jammeando y empezamos a sentir la música que empieza a venir, ahí él dice “vamos a grabar”. No habíamos ensayado. Él lo que quería era capturar esa chispa que se da. Estoy hablando en unos términos que quedan muy en el aire pero son cosas que pasan en las grabaciones. Vamos a agarrar esa energía que se genera de ilusión. Ahí es cuando él nos quería grabar. Había una visión y un aliado para mí, que cuando yo le dije “quiero ir por otro rumbo, marcar una diferencia en mi camino”. No quiero continuar haciendo lo mismo porque si no me voy embotar en mí misma haciendo las mismas cosas, quiero marca una diferencia y buscarle otra manera a la música y él me ayudó a cumplir ese sueño que tenía en ese disco.

Si volvemos un poco atrás, me gustaría preguntarte sobre Musas y que hayas temas de dos artistas peruanos, de Augusto Polo Campos y La Vieja Guardia. ¿Cómo así llegaste a esta música y por qué la elegiste?

Son músicas preciosas que ustedes tienen. Hace un ratito hablábamos de cómo se mezclan distintos elementos de lo criollo, lo afro-peruano, lo que para nosotros quizás es bolero, tantos ritmos que tenemos en Latinoamérica y que también se mezclan y que depende de dónde está hecho, si estás más cerca del mar o la montaña, si estás metido en un bosque, las músicas se alteran por la parte geográfica, la cultura, la gente, las personalidades, la pasión, como hay temas que hablan más del amor, otros que abarcan otro tipos de historias. Mucha de esta música tiene que ver con que cuando estábamos haciendo la gira de Hasta La Raíz, de yo contar con personas en mi equipo como Gustavo Guerrero, que era el guitarrista y director de la banda, venezolano que me compartió mucha música de distintos lugares. Él fue un maestro en ese sentido porque me hizo despertar más el gusto por el folklor. Yo venía con esa intención desde que hice el homenaje a Agustín Lara, que es gran compositor mexicano, veracruzano, y hacer el disco de Mujer Divina me trajo muchas influencias que después quedaron impregnadas en Hasta La Raíz. Todo ese estudio que hicimos con Gustavo y “Cheche” Alara, que fueron los dos productores de Musas, fue muy importante.

Si hablamos de “lo latino” estamos englobando muchas culturas y géneros musicales, y si pensamos de norte a sur, desde México hasta Chile, ambos son los dos lados de tu familia. ¿Qué crees que nos une a los latinos en nuestra música?

Nos une la historia, procesos humanos que hemos vivido en todo esto que acabas de mencionar. A mí me gusta mucho sentir que hay una información universal y una información en la tierra, en la naturaleza. Por eso, si pensamos en tanto que viene de África y llega y todo está conectado, pero hay otra parte que yo siento que tiene que ver con el ritmo, la música de la tierra y la naturaleza, cómo estamos conectados desde la misma. Cuando fui a Venezuela hubo tantas músicas que escuché que decía “esto es Veracruz” y no encuentras relación con los espacios. Son muchos factores pero me gusta mucho pensar en la música de la naturaleza y la tierra y cómo nos conecta. Ahí está en el ritmo, en el canto de las aves, en la misma cadencia de como la naturaleza está viva y como se transforma. Todo eso siento que está en la música, va a lo criollo, a lo folklor y se va pasando de un género a otro.

Tu carrera me hace pensar en cómo lo generacional está en la música. Vuelvo a La Forquetina o “En el 2000” y pienso en música juvenil y rebelde en las que algunos pensábamos que la música de nuestros padres era anticuada y nos rebelábamos buscábamos nuestra propia identidad musical. ¿Cómo es para ti ver tus trabajos anteriores de épocas más juveniles? ¿Alguna vez renegaste de la música de tus padres o siempre tuviste esta pasión por la música más antigua?

No, no siempre. Es una cosa que quizás viene de diez o trece añitos más para atrás. Siento que hubo una parte de mi camino donde… es que la juventud, muchas veces es difícil conectar con lo que verdaderamente te gusta y muchas veces queremos encajar en los patrones sociales o en las modas, quieres ser parte del mundo de otras personas. Crees que lo que le gusta a otros es lo que te gusta a ti. La búsqueda personal es larga, es de tiempo de ir investigando. Aunque sí considero que mis discos han sido muy acordes y honestos en el sentido que sí, son lo que fueron de cada momento, son honestos, reales, genuinos, pero sí puedo pensar en muchos momentos en los que yo no sabía ni qué música realmente me gustaba. Y me costaba porque venían amigos a decirme escucha este disco que te va a encantar, te va a fascinar y yo lo escuchaba e internamente yo decía “esto no me gusta nada, no me genera nada” pero yo afuera decía “está padrísimo” y hasta iba a los conciertos. No sé cuánto dinero perdí viendo a cosas que ni me gustaban. Son cosas que pasan cuando ere joven.

Lo que me gusta, me gusta y si no me emociona, no me emociona. Me quité ese peso. Y hubo eventos en mi vida que marcaron un parte aguas a nivel musical. Conocí a personas como Alondra de la Parra, que es una directora de música clásica, una tipaza, excelente directora y líder, y aparte gran amiga mía que admiro y quiero mucho. Ella me invitó en el Bicentenario de México a cantar temas de compositores mexicanos y mexicanas. Hicimos ese gran concierto en la Avenida Reforma, frente al Ángel de la Independencia, y esa noche en la que yo canté “La Sandunga”, “Cielito lindo”, canciones de Agustín Lara, “Farolito”, “Solamente una vez”, etc. Verme ahí, algo me pasó que identifiqué que era real, genuino, que sembró en mí la semilla de la curiosidad de investigar esas músicas. Por eso digo, vino un parte aguas en mi camino musical porque cambiaron mis intereses musicales.

Por ejemplo, dejé de querer cantar en inglés. Hubo un momento donde decía “quiero ser una cantante internacional” pero mi concepto de ser artista internacional era cantar en inglés. Hasta que dije “pero yo ni siquiera hablo bien inglés, no es mi cultura”. Y cómo voy a llegarle a las personas que quiero llegar si hablamos otro idioma y venimos de otras raíces y otras cosas que son increíblemente ricas y valiosas. Empezaron a cambiar mis intereses ya desde una convicción propia porque muchos de mis amigos y músicos, lo que escuchábamos era música en inglés, música increíble como Radiohead, Bjork, Joni Mitchell, Nina Simone, Billie Holiday. Pero recuerdo la primera vez cuando escuché la música de Agustín Lara interpretada por Toña la Negra y decir “Ah, esto es nuestra equivalente a una Ella Fitzgerald, una Etta James”. Ustedes tienen muchas mujeres increíbles, por ejemplo, Lucha Reyes es una de mis favoritas. Ahí tú tienes un equivalente a lo que estaba haciendo una Ettta James pero es Lucha Reyes con raíces locales. Cambió mi mente, mis intenciones, mis gustos comenzaron a tomar otra dirección. Ahora voy de la mano con lo que verdaderamente me emociona y trato de ser condescendiente con eso mucho más, ser fiel a mí misma en ese sentido.

Este 2023 tu gira pasa por Europa, Norteamérica y Sudamérica pero hablando de Lima, ¿Tienes algún plan pendiente además de tu concierto?

Me encantaría quedarme como tres semanas para poder hacer lo que yo quisiera. Voy a ir de rapidito esta vez. A Perú he viajado varias veces, no solo para tocar música. Me ha tocado visitar las montañas, tengo amigos y familia, ya tengo familia en Perú. Principalmente esta vez poder compartir mi disco y podernos reencontrar, que ya nos lo debemos desde hace tiempo.