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- Travis: “Nuestro concierto más salvaje fue cuando teloneamos a Oasis y ocurrieron los disturbios en Glasgow”
Travis: “Nuestro concierto más salvaje fue cuando teloneamos a Oasis y ocurrieron los disturbios en Glasgow”
Con más de 30 años de trayectoria, Travis se ha posicionado como un referente del llamado post-britpop, un movimiento musical con enfoque melódico que emergió a finales de la década de 1990 en el Reino Unido como consecuencia de bandas como Oasis, The Verve, Blur, entre otras. La banda escocesa continúa explorando nuevos sonidos sin perder su esencia. En esta conversación con Dougie Payne, bajista del grupo, nos adentramos en el proceso creativo detrás de su más reciente álbum, L.A. Times (2024, BMG Rights Management), una obra que mezcla lo íntimo con lo experimental. Payne revela cómo Travis ha logrado mantener su autenticidad en una industria en constante evolución, compartiendo la filosofía que los impulsa a reinventarse.
Travis regresa a Lima el 13 de noviembre con su gira “Raze The Bar” para presentarse en el Arena 1 de la Costa Verde. Las entradas están a la venta en Ticketmaster.
Recientemente escuché el nuevo álbum L.A. Times (2024). En comparación con los trabajos anteriores, se siente más íntimo y, al mismo tiempo, experimental. Con más de 30 años en la música, ¿cómo manejan el desafío de evolucionar en sonido sin dejar de lado la identidad melódica y emocional que caracteriza a la banda?
Dougie Payne: Nunca intentamos hacer un álbum, hacemos una canción a la vez. De esta forma, vas al estudio, te enfocas en una canción, y ese es tu universo, ese punto en particular. Estás absolutamente enfocado. Luego dices “ya está terminado”. Después vas a la siguiente, y luego a la siguiente. No pensamos en crear álbumes; solo pensamos en la canción. Supongo que así es como, accidentalmente, protegemos y preservamos lo bueno de la banda. Siempre lo hacemos.
Tratamos de servir a la canción, hacer lo que sea mejor para ella. Así, cuando una nueva canción entra al estudio, pensamos: “Esto es bueno, tiene algo de magia”. Todos trabajamos para elevarla. Trabajamos de ese modo desde 1996, cuando empezamos a grabar.
[…] No piensas en la moda, no piensas en Spotify, no piensas en streaming. No piensas en ninguna de esas cosas. Solo piensas: ¿cómo podemos hacer esto tan bien como podamos?
¿Es como una intuición?
DP: Sí, puede ser intuitivo. Pones un montón de cosas en la canción y sabes qué funciona y qué no. Hay un montón de errores, y luego hay algo que está bien.
La etiqueta “post-britpop” se ha utilizado para describir su sonido y el de otras bandas contemporáneas como Coldplay o Keane. ¿Cuál es tu opinión sobre esta clasificación y cómo creen que influye en la percepción de la música?
DP: Post-britpop, lo puedo entender. Porque el britpop estaba en su apogeo, tal vez de 1993 a 1995, con Blur, Roses (The Stone Roses) y todos ellos. Estuvimos al final de eso, en Londres, en 1996. Nuestro primer álbum, Good Feeling (1997), era un poco britpop. Tenía un toque de ese estilo, algo glamoroso. Pero también había algunas canciones tristes, como “More Than Us”.
El álbum que realmente lo rompió fue The Man Who, en 1999. Parecía que la gente estuviera lista para ese álbum. Era como el soundtrack de la fiesta britpop, como si la gente hubiera tenido esta gran fiesta con combustible de cocaína. Estaban OK Computer (1997) de Radiohead, Urban Hymns (1997) de The Verve, y The Man Who (1999) por nosotros. Eran los tres álbumes que sonaban al final de la fiesta. Así que creo que eso tiene sentido. Pero son las etiquetas que la gente usa, fáciles de usar cuando estás escribiendo sobre música. No tiene nada que ver con ninguna de las bandas.
Cuéntame sobre el concierto más salvaje en el que han tocado.
DP: ¿Salvaje? Jaja, sí. Te lo digo. Nosotros teloneamos a Oasis cuando ocurrieron los disturbios en Glasgow. Hicimos nuestro show y luego Oasis se retiró. Alguien le lanzó una botella a Liam, así que dejaron el escenario y se desató un disturbio en la avenida.
Era Navidad, en una arena enorme. Habían colocado un árbol navideño de 30 metros de altura, gigantesco. Las sillas se rompían y tuvimos que improvisar barreras de seguridad. Nos pidieron que no nos fuéramos. Nuestras mamás estaban ahí, nuestros padres, los niños, todos estábamos ahí.
¿Y en algún concierto como Travis?
DP: Recuerdo que en 2008 tuvimos un concierto en el Palacio de los Deportes, en la Ciudad de México. Estábamos entrando desde la espalda del local y comenzamos a caminar a través del público hacia el centro, como en la película de “Rocky”. El show comenzó y, mientras caminábamos a través del público, que eran unas 10.000 personas, de repente todos se concentraron hacia nosotros y comenzó a ponerse aterrador. La música tenía como cuatro minutos de duración y se repitió cinco veces. Nos tomó al menos 20 minutos salir de allí y poder llegar al escenario; se rompió nuestra ropa. Solo tratábamos de caminar y llegar al escenario.
Neil estaba por un lado, Andy estaba por otro. Fue un caos absoluto. Pero se convirtió en uno de los mejores conciertos que hemos tenido, el show más largo. Fueron como tres horas. Estábamos muy cansados; tocamos canciones que no sabíamos y nunca tocábamos. Fue increíble.
Las Tres Preguntas de Conciertos Perú
¿Tres álbumes favoritos?
DP: Hunky Dory (1971) de David Bowie, Revolver (1966) de The Beatles, y OK Computer (1997) de Radiohead.
¿Tres artistas nuevos que te gustaría recomendar?
DP: Una banda de Glasgow llamada Milange, Hamish Hawk de Edimburgo, y una banda de Liverpool llamada Red Rum Club.
Un concierto que cambió tu vida.
DP: Te voy a contar una pequeña historia. Cuando estaba en la escuela de arte, creo que fue en el tercer año, en 1993 o 1994, mi amigo Robert me dijo: “¡Deberíamos ir a ver a este tipo, viene a tocar en la barra! No en el escenario, en la barra. Es el hijo de Tim Buckley”. Él era un fanático de Tim Buckley. Así que me dijo: “¡Debe tener una buena voz!”, porque Tim Buckley era un gran cantante. Entonces, dije: “Ok, claro, seguro”.
Fuimos a la barra más tarde esa noche. Había alrededor de unas cincuenta personas. Y este público era extraño; todos eran amigos de nosotros, teníamos como 18 o 19 años. Estábamos Franny y yo. Estaba Robby [Johnston], que empezó a formar Life Without Buildings; Alex [Kapranos], que estaba con Franz Ferdinand; Stuart [Murdoch], que empezó a formar Belle & Sebastian, y el otro Stuart [Braithwaite], que empezó a formar Mogwai. Era como si todos los que estaban en el público estuvieran involucrados en una banda, aunque sea tangencialmente. Estábamos sentados, tomando una cerveza, con cincuenta personas. Y luego entra un chico. Era un chico hermoso, tenía una Fender Telecaster y una cerveza. Era Jeff Buckley.
Increíble.
DP: Fue antes de que Grace (1994) saliera, antes de que alguien hubiera escuchado algo de él. Él solo salió a escena, era como de esta altura [Dougie hace una seña de baja estatura]. Tocó todas las canciones que después se volvieron el álbum Grace (1994); nadie lo había escuchado antes. Luego, todos solo se fueron. Fue increíble.
No existe un registro audiovisual de eso, ¿verdad?
DP: No, era un pequeño bar con cincuenta personas. Nadie sabía quién era.
¿Era un ambiente similar al de sus presentaciones en el Sin-é de Nueva York?
DP: Sí, hay un vídeo en vivo en Sin-é, que extrañamente estaba en una calle llamada Attorney Street en el sureste de Nueva York. Yo vivía allí. Es muy extraño. Una cosa muy extraña.
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